Este ha sido un mundial de sorpresas, extrañas omisiones arbitrales en algunos partidos, la caída de los campeones europeos Inglaterra e Italia en primera fase y la sanción a Luis Suarez.

Es interesante destacar el muy buen rendimiento de algunos equipos que, a priori, no son favoritos y no se esperaba un gran desempeño, es el caso de Estados Unidos, Irán y Costa Rica por ejemplo.
Estos equipos tienen al menos un punto en común y es que han sabido “mitigar las fortalezas del equipo rival”, han sido hábiles en “frenar al rival” forzándolo a cambiar su juego y han aprovechado los, a veces pocos, contragolpes y le han sacado máximo provecho a la resistencia física a lo largo de los 90 minutos.
Los entrenadores hicieron los deberes, desarrollaron el nivel de juego, potenciaron las fortalezas y atacaron duramente los posibles puntos débiles de su equipo.
Los resultados están a la vista, están en octavos de final – entre los 16 mejores del mundo –, los rivales los miran con respeto, están motivados.
Es difícil imaginar que alguno de estos equipos sea el campeón mundial, incluso sería difícil verlos en cuartos de final. ¿Por qué? ¿En qué se diferencian los posibles favoritos al mejor del mundo?

Hasta aquí he expuesto todo lo que sé de fútbol y lo que me han asesorado.

¿Qué tiene que ver esto con las metodologías y el rendimiento?

compromiso

Tiene mucho que ver, estos equipos son semejantes a un equipo de software y podríamos decir que han implementado una metodología y les está dando excelente resultado.
Lo que han hecho estos equipos es lo mismo que hacen las empresas de software. Han implementado una metodología, mejorado sus procesos, mejorado su comunicación e incluso han desarrollado sus habilidades nivelando conocimientos y acotando brechas, han mejorado considerablemente su rendimiento.

La implantación de una metodología funciona y rinde, ¿Porqué no todos los equipos son excelentes y de alto rendimiento?

Al igual que los equipos de fútbol, los equipos de software necesitan más que la metodología. Para destacarse, realmente destacarse, se requiere talento colectivo e individual, cada individuo tiene que aportar compromiso, talento y hasta una cuota de pasión, esto va más allá de la aplicación correcta de cualquier metodología.

Un equipo bien entrenado, con procesos adecuados y buena comunicación, una buena implementación metodológica, logrará estar en un buen nivel.
Un equipo que además de la metodología cuente con el aporte y el compromiso real de cada individuo talentoso puede aspirar realmente a ser el mejor.

Las metodologías son una guía práctica, estudiada y cuidadosamente diseñada para automatizar la parte mecánica del trabajo en equipo, es una gran ayuda.
Un equipo metodológicamente entrenado, con una buena cuota de talento individual y colectivo y el compromiso de cada individuo pueden aspirar a ser un excelente equipo.

En resumen, la metodología hace que todas las partes del equipo sumen. Con compromiso y talento, lograremos que la suma total sea mayor que la suma de cada una de las partes.