La pandemia de COVID-19 aceleró la digitalización en organizaciones de todo tipo y tamaño alrededor del mundo. Tanto, que aquellas empresas que hasta entonces no estaban enfocadas en su transformación digital, es casi seguro que hoy lo estén.

Sin duda, el elemento tecnológico ha sido un actor decisivo en este proceso –al punto de convertirse en el principal factor de supervivencia de muchas compañías– que ha sido capaz de mantener la productividad, el compromiso de los empleados, la cultura corporativa, el aprendizaje y la colaboración. 

Pero también el capital humano fue clave. La capacidad de las personas para adaptarse a esas nuevas modalidades de trabajo, lidiar con nuevas herramientas y aprender a gestionarse el tiempo. Para muchos algo tan repentino, para otros un nuevo desafío. 

Trabajo remoto: una experiencia conocida

Si bien la pandemia aceleró la transformación digital de muchas empresas, en Fx2 ya veníamos experimentando ese proceso desde hace algún tiempo. Desde los inicios de nuestra empresa, allá por el 2008, trabajamos con equipos remotos. Con sede en Montevideo, ya en ese entonces teníamos a parte del equipo trabajando desde Salto (a 500km). Hoy, el equipo se extiende a otros puntos de Uruguay e incluso al exterior, con personas trabajando desde Venezuela, México y Argentina. 

Desde un principio confiamos en que el trabajo remoto no sería un impedimento para cumplir nuestros objetivos. Años después, el tiempo nos dio la razón. Pudimos formar un equipo diverso, con personas capacitadas, de gran formación académica y profesional, que aún sin asistir a la oficina, podían trabajar y desarrollarse.

Confiar en nuestros equipos, incluso cuando trabajan fuera de la oficina, fue y es la clave para llegar a desarrollar grandes proyectos. Tuvimos y seguimos teniendo Project Manager, Desarrolladores, Testers, Analistas  que trabajan de forma remota, y tienen a cargo proyectos de gran impacto y valor para la empresa y los clientes. 

La base tecnológica de la digitalización

Además del capital humano, también fue imprescindible disponer de herramientas que facilitaran el trabajo a distancia. Hoy existe toda una colección de herramientas digitales orientadas a la comunicación, la colaboración y la productividad basadas en la Nube, muchas de ellas clave a la hora de facilitar y permitir el trabajo remoto.

En todos estos años, hemos experimentado y utilizado varias. Alguna de ellas prosperaron en el tiempo por su gran flexibilidad, capacidad y utilidad para nuestro equipo. Por ejemplo, Microsoft Teams, una poderosa plataforma unificada de comunicación y colaboración que combina chat persistente en el lugar de trabajo, reuniones de video, almacenamiento de archivos (incluida la colaboración en archivos) e integración de aplicaciones. Conoce más de Microsoft Teams. 

 

Activos digitales, un patrimonio silencioso pero vital

Los activos digitales son aquellos elementos intangibles que, como su nombre los indica, son digitales, forman parte del patrimonio organizacional de las empresas.

A diferencia de los activos físicos, son todos aquellos recursos intangibles de los que dispone una empresa: imágenes, documentos, vídeos, páginas web, perfiles de redes sociales, etc.  Todos esos documentos se guardan en la nube y son utilizados por el equipo cuando sean necesarios. 

Gracias a los activos digitales el trabajo remoto es más sencillo, ya que permite el acceso a información y documentos de la empresa, desde cualquier lugar.

Por ejemplo, lo que refiere a códigos que creamos/utilizamos para clientes/proyectos, trabajamos con herramientas que almacenan de forma automática en la nube la información. Una de ellas Azure DevOps Server, un conjunto de herramientas y servicios que nos ayudan en la administración del ciclo de vida de tus proyectos de desarrollo de software.

Eso trae como ventaja que todos los programadores, desde cualquier lugar donde se encuentren trabajando, puedan acceder a la copia “fresca” del código en tiempo real sin interferir entre ellos. Otra ventaja es que estos reportorios nos permiten ver la historia y evolución de ese código.